Tener libros por todas partes, montones de ropa y objetos al azar por todas partes no sólo distrae, sino que puede dificultar la concentración. Si quieres liberar tu mente, tienes que desordenar tu espacio. Así podrás prestar atención y retener mejor lo que estás aprendiendo.
Aunque creas que prosperas en un entorno desordenado, te animo a que veas cómo te sientes después de organizar u ordenar tu espacio. ¡Tu cerebro te lo agradecerá!
Qué le hace el desorden a tu cerebro
Puede que tengas la voz de un padre o un abuelo en la cabeza diciéndote que limpies, pero resulta que no son sólo ellos; investigación de Princeton, Revista de Neurociencia y fuentes más creíbles hablan de los problemas de tener demasiado desorden.
Tu cerebro percibe el desorden como múltiples estímulos que compiten por tu atención. Por lo tanto, alguien que tiene muchas cosas a su alrededor en realidad hace que su cerebro trabaje más al completar una tarea porque no sabe en qué centrarse. Puede que no lo sientas, pero afecta al modo en que tu cerebro procesa el mundo que te rodea.
Desordenar para aprender mejor
Demasiado desorden puede poner un montón de el estrés en tu cerebro. Si tu cerebro está estresado, no eres capaz de concentrarte con la misma eficiencia o eficacia. Por lo tanto, al ordenar, estás liberando tu mente para que pueda centrarse en lo que necesita.
De este modo, estudiar y aprender es mucho más relajante y gratificante. Además, esta investigación demuestra que el desorden también puede ser desmoralizador y deprimente para tu cerebro. Al despejar tu espacio, te sentirás más tranquilo y preparado.
Por dónde empezar
Si eres desordenado por naturaleza, ¡puede resultar difícil o abrumador saber por dónde empezar! En primer lugar, es recomendable tener un lugar para todas tus cosas. Si no sabes dónde va algo, ¡no podrás guardarlo! Las soluciones de almacenamiento pueden ser tan baratas o lujosas como lo permita tu presupuesto, así que no sientas que tienes que gastarte una fortuna si no quieres.
Además, intenta tener lo menos posible en tu escritorio o espacio de trabajo. Un escritorio despejado te ayudará más a concentrarte, así que intenta no decorarlo con demasiados objetos. Unos cuantos objetos decorativos y algunos utensilios útiles siempre son una buena idea, pero no deberías tener todas tus posesiones donde intentas concentrarte.
Por último, intenta quitar el polvo de tu zona siempre que puedas. Si empiezas a hacer de la organización un hábito, te resultará mucho más fácil continuar. ¡Te sorprenderá lo mucho mejor que puedes concentrarte en español en una zona ordenada!