No te preocupes, no va a ser una lección de matemáticas complicada. En realidad, hay muchas acciones cotidianas corrientes que requerirían que hablaras de fracciones en español. Piensa en si quieres la mitad de un bocadillo en una charcutería. Quizá quieras decir que sólo has leído 1/4 de un libro. Estas acciones suelen requerir hablar de fracciones. Aunque algo de esto te parecerá similar al inglés, la gramática necesaria para hablar de algunas fracciones requerirá que recordemos lo que sabemos sobre la gramática española.
Fracciones básicas en español
En primer lugar, repasaremos las fracciones básicas en español, empezando por cómo es cada número en el denominador. Es el número de abajo. Así es como se diría cada una de estas fracciones:
- 1/2 - una mitad
- 1/3 - un tercio
- 1/4 - un cuarto
- 1/5 - un quinto
- 1/6 - un sexto
- 1/7 - un séptimo
- 1/8 - un octavo
- 1/9 - un noveno
- 1/10 - un décimo
¿Te has dado cuenta de que a partir de 1/4, el número muy parecido a números cardinales en español? Sin embargo, no hay mucha coherencia, pero hay algunas formas que pueden ayudarte a memorizarlos. Tercio es similar a tercero¡que puede ayudarte a recordarlo!
Más allá de 1/10 (una décima), puedes crear fracciones sumando -.avo al final del número cardinal. Por ejemplo, 1/12 se convierte en un doceavo.
Números como adjetivos
Al igual que ocurre con muchos otros aspectos de la gramática española, conocer las reglas básicas de los adjetivos te ayudará a sentirte seguro cuando utilices fracciones en español. Al igual que usar participios pasados como adjetivos, a veces también utilizarías fracciones como adjetivos.
Como sustantivo, la mitad (de) puede utilizarse en algunos casos. Sin embargo, si estás describiendo la mitad de algo como un adjetivo, una palabra que modifica a un sustantivo, entonces querrás utilizar medio/a. Podría decir "Quiero una media tortilla" si quiero la mitad de una tortilla, o "Hay medio plátano en el suelo" para indicar que hay la mitad de un plátano en el suelo. Ten en cuenta que no hay forma plural, ya que una mitad siempre es singular. Si tuvieras dos mitades, ¡tendrías un todo!