De todas las miles de palabras de la lengua española, ¿sabías que los hablantes nativos sólo utilizan habitualmente unas 18.000? Eso puede seguir pareciendo una cantidad enorme, incluso aterradora, de vocabulario que aprender. ¿Cómo puede alguien aprender todo eso de forma manejable? La clave está en hacer que tus lecciones de vocabulario se queden grabadas. Así aprovecharás al máximo tu tiempo y podrás aprender vocabulario sin estrés.
El contexto es la clave
El primer consejo para que tus lecciones de vocabulario se graben en tu cerebro es aprender en contexto. Es mucho más probable que recuerdes las palabras cuando las aprendes en un contexto. Esto lo haces siempre en tu lengua materna. Supongamos que estás empezando una nueva afición en inglés, como la carpintería. Tienes que aprender los nombres de las herramientas, las piezas, los tipos de madera, etc. En contexto, tu cerebro es capaz de establecer conexiones.
Lo mismo ocurre en español. El vocabulario de tus clases tiene que cobrar vida para que tu cerebro pueda utilizarlo. Por ejemplo, cuando aprender palabras de comida, haz una excursión a la tienda de comestibles y utiliza ese nuevo vocabulario en su contexto.
¿Qué ocurre cuando no puedes disponer del contexto? Por ejemplo, ¿qué pasa si estás aprendiendo sobre los animales del océano, pero vives en el desierto? Las películas, los libros, la música y el arte también proporcionan contextos estupendos, ¡y ni siquiera tienes que salir de casa! Busca un documental o una historia de ficción sobre criaturas marinas que te ayude a contextualizar tu aprendizaje.
Encuentra un sistema que te funcione
Cada persona es diferente, y hay toneladas de diferentes estilos de aprendizaje. Prueba distintas estrategias hasta que encuentres una que te funcione. Lo que funciona para una persona no funciona para todo el mundo. Si te cuesta retener lo que estás aprendiendo, es señal de que necesitas cambiar.
Para algunos alumnos, escribir nuevas palabras de vocabulario es la mejor forma de recordarlas. El acto de escribirlas las solidifica en su memoria. En cambio, otros alumnos tienden a recordar mejor las palabras cuando las oyen en voz alta una y otra vez.
En general, la clave para que las palabras del vocabulario se te queden grabadas es averiguar qué es lo que mejor te funciona en cada contexto. Cuando utilices tu mejor estilo de aprendizaje de forma que puedas aplicar el vocabulario, seguramente podrás retenerlo mucho mejor.